A través del blog de Enrique Dans, llego a la columna de David Pogue del 23/12/2007: The Generational Divide in Copyright Morality.
Para mí, lo más chocante es que a David Pogue le sorprenda (aunque como dice Enrique Dans, hay que tener en cuenta que la encuesta está realizada en Estados Unidos).
A mi alrededor, la situación es exactamente la que tanto sorprende a David Pogue: poca gente considera "malo" bajarse música, series o películas de internet. Y malo simplemente desde un punto de vista moral, reprobable pero no punible; una cosa es hacer negocio con el pirateo -cobrate por liberar el móvil, ponerle un chip pirata a la PlayStation o vender pelis recién estrenadas en el Top Manta- y otra es bajarte la peli/disco de turno porque eres un mileurista y apenas tienes para pagar la hipoteca...
En España, la descarga de material con copyright creo que no es delito siempre y cuando sea para uso privado, es decir, mientras no se obtengan beneficios económicos por la venta del material protegido...
En cuanto a la modificación del hardware -casos del móvil y la Play-, quizás invalide la garantía, pero no creo que se me pueda penalizar que modifique un bien de mi propiedad como a mi mejor me parezca... En todo caso, el delito vendría de la venta de los juegos falsificados, pero no de la modificación en sí misma de la consola, aunque este es un tema que desconozco completamente...
Volviendo al tema de la visión de la gente joven, creo que a David Pogue le sorprende tanto porque, como mucha gente, sigue pensando en términos de la economía de toda la vida, la que está basada en bienes tangibles. Quiero una barra de pan, pago un precio por ella y me la llevo a casa. Al pagar 90 céntimos por una barra de pan, asumo que no estoy pagando únicamente el coste de los ingredientes necesarios para hacer pan, sino que estoy pagando mucho más que éso.
Pero estamos hablando de internet, donde las "cosas" en realidad no son "cosas": son información, y en formato digital. Aquí duplicar algo no tiene un coste (aparentemente, a la práctica hay todo un mundo real donde mantener las infraestructuras).
Antes, si quería consultar algo en una enciclopedia, tenía que desplazarme a la biblioteca más cercana. Ahora me conecto a internet y busco lo que necesito en Google.
Si alguien quiere ver un vídeo de sus artistas preferidos, no tiene que esperar pegado a la pantalla de la tele a que lo pongan en la MTV; lo busca en YouTube y lo ve. Y después le puede pasar el enlace a un amigo. La web 2.0 se basa en compartir, ¿no?
Además, hay cosas que cuesta entender: puedo ver una película en televisión y grabarla en vídeo para verla siempre que quiera. No tengo que pagar nada. Si estoy de viaje y no me he acordado de programar el vídeo, puedo llamar a mi familia y que me graben ellos la peli. Pero resulta que si voy al videoclub y pago por el alquiler de la cinta, no puedo copiármela. De la tele sí, pero del videoclub ¿no? ¿Porqué?
Con las series, más de lo mismo... Resulta que a las cadenas de televisión les ha dado por poner 20minutos de anuncios justo cuando faltan 5 para finalizar la película/serie de turno. Yo, que soy un pobre currante, me estoy cayendo de sueño porque me he tenido que levantar pronto y llevo todo el día trabajando... Y al día siguiente, de nuevo, me tengo que volver a levantar pronto. ¿Porqué debo aguantar esos 20 minutos de publicidad si puedo bajarme la serie sin cortes y verla tranquilamente el fin de semana? Porque podría grabarla si tuviera un vídeo o un dvd grabador, y no sería malo, pero como no tengo, me la tengo que bajar de internet. Ah, claro, pero entonces eso sí que es malo... Y ¿porqué lo es?
Con la música, tres cuartos de lo mismo. Hace una eternidad, grabé en un cassette Blue Monday, de New Order... Quizás fue la primera canción que grabé de la radio, y la escuché una y otra vez sin plantearme jamás que lo que estaba haciendo fuera malo o perjudicara los ingresos de New Order... Ver el videoclip en YouTube no es malo, pero descargar la canción a través de BitTorrent para escucharla en el iPod sí que es malo. Entonces, si grabo el audio mientras reproduzco el vídeo en YouTube, entonces eso qué es: ¿bueno o malo?
Lo que es, me temo, es un problema para aquellos que quieren seguir viendo las cosas como buenas o malas.
P.S. Os dejo con el vídeo de New Order.
Este vídeo se puede consumir con los ojos cerrados y con el audio en mute para aquellos fundamentalistas que no quieran causar ningún menoscabo a New Order.
Para mí, lo más chocante es que a David Pogue le sorprenda (aunque como dice Enrique Dans, hay que tener en cuenta que la encuesta está realizada en Estados Unidos).
A mi alrededor, la situación es exactamente la que tanto sorprende a David Pogue: poca gente considera "malo" bajarse música, series o películas de internet. Y malo simplemente desde un punto de vista moral, reprobable pero no punible; una cosa es hacer negocio con el pirateo -cobrate por liberar el móvil, ponerle un chip pirata a la PlayStation o vender pelis recién estrenadas en el Top Manta- y otra es bajarte la peli/disco de turno porque eres un mileurista y apenas tienes para pagar la hipoteca...
En España, la descarga de material con copyright creo que no es delito siempre y cuando sea para uso privado, es decir, mientras no se obtengan beneficios económicos por la venta del material protegido...
En cuanto a la modificación del hardware -casos del móvil y la Play-, quizás invalide la garantía, pero no creo que se me pueda penalizar que modifique un bien de mi propiedad como a mi mejor me parezca... En todo caso, el delito vendría de la venta de los juegos falsificados, pero no de la modificación en sí misma de la consola, aunque este es un tema que desconozco completamente...
Volviendo al tema de la visión de la gente joven, creo que a David Pogue le sorprende tanto porque, como mucha gente, sigue pensando en términos de la economía de toda la vida, la que está basada en bienes tangibles. Quiero una barra de pan, pago un precio por ella y me la llevo a casa. Al pagar 90 céntimos por una barra de pan, asumo que no estoy pagando únicamente el coste de los ingredientes necesarios para hacer pan, sino que estoy pagando mucho más que éso.
Pero estamos hablando de internet, donde las "cosas" en realidad no son "cosas": son información, y en formato digital. Aquí duplicar algo no tiene un coste (aparentemente, a la práctica hay todo un mundo real donde mantener las infraestructuras).
Antes, si quería consultar algo en una enciclopedia, tenía que desplazarme a la biblioteca más cercana. Ahora me conecto a internet y busco lo que necesito en Google.
Si alguien quiere ver un vídeo de sus artistas preferidos, no tiene que esperar pegado a la pantalla de la tele a que lo pongan en la MTV; lo busca en YouTube y lo ve. Y después le puede pasar el enlace a un amigo. La web 2.0 se basa en compartir, ¿no?
Además, hay cosas que cuesta entender: puedo ver una película en televisión y grabarla en vídeo para verla siempre que quiera. No tengo que pagar nada. Si estoy de viaje y no me he acordado de programar el vídeo, puedo llamar a mi familia y que me graben ellos la peli. Pero resulta que si voy al videoclub y pago por el alquiler de la cinta, no puedo copiármela. De la tele sí, pero del videoclub ¿no? ¿Porqué?
Con las series, más de lo mismo... Resulta que a las cadenas de televisión les ha dado por poner 20minutos de anuncios justo cuando faltan 5 para finalizar la película/serie de turno. Yo, que soy un pobre currante, me estoy cayendo de sueño porque me he tenido que levantar pronto y llevo todo el día trabajando... Y al día siguiente, de nuevo, me tengo que volver a levantar pronto. ¿Porqué debo aguantar esos 20 minutos de publicidad si puedo bajarme la serie sin cortes y verla tranquilamente el fin de semana? Porque podría grabarla si tuviera un vídeo o un dvd grabador, y no sería malo, pero como no tengo, me la tengo que bajar de internet. Ah, claro, pero entonces eso sí que es malo... Y ¿porqué lo es?
Con la música, tres cuartos de lo mismo. Hace una eternidad, grabé en un cassette Blue Monday, de New Order... Quizás fue la primera canción que grabé de la radio, y la escuché una y otra vez sin plantearme jamás que lo que estaba haciendo fuera malo o perjudicara los ingresos de New Order... Ver el videoclip en YouTube no es malo, pero descargar la canción a través de BitTorrent para escucharla en el iPod sí que es malo. Entonces, si grabo el audio mientras reproduzco el vídeo en YouTube, entonces eso qué es: ¿bueno o malo?
Lo que es, me temo, es un problema para aquellos que quieren seguir viendo las cosas como buenas o malas.
P.S. Os dejo con el vídeo de New Order.
Este vídeo se puede consumir con los ojos cerrados y con el audio en mute para aquellos fundamentalistas que no quieran causar ningún menoscabo a New Order.
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